información en contra de la energía nuclear
CENTRALES NUCLEARES:
De esos diez reactores nucleares actualmente hay ocho en funcionamiento,
ubicados en seis emplazamientos (Ascó y Almaraz son emplazamientos que albergan
dos centrales nucleares cada uno). La central nuclear de Vandellós I, tras
sufrir un grave accidente en 1989, fue cerrada definitivamente en 1990. Y la
central nuclear Zorita fue clausurada en abril de 2006 debido a la peligrosidad
de su funcionamiento, a sus defectos de diseño, sus numerosos problemas técnicos
y la falta de cultura de seguridad de la compañía propietaria, Unión Fenosa.
En 2009, el Gobierno fijó la
fecha del cese definitivo de la explotación de Garoña en
2013.
Podemos prescindir de la energía nuclear. Actualmente tan sólo representa alrededor del 20% de la electricidad producida en nuestro país, mientras que las renovables están aportando el 30-35% de la electricidad en los últimos años. España puede disponer de un sistema eléctrico 100% renovable en las próximas décadas, si existe voluntad política para ello.
Podemos prescindir de la energía nuclear. Actualmente tan sólo representa alrededor del 20% de la electricidad producida en nuestro país, mientras que las renovables están aportando el 30-35% de la electricidad en los últimos años. España puede disponer de un sistema eléctrico 100% renovable en las próximas décadas, si existe voluntad política para ello.
SEGURIDAD:
Un accidente grave en un reactor nuclear puede llevar a liberaciones de radiactividad equivalentes a varias veces la que se produzco en la catástrofe de Chernóbil en 1986 o la de Fukushima en 2011. además de quedar demostrado que los accidentes nucleares se pueden producir en cualquier parte del mundo aproximadamente cada diez años.
Además, la liberalización de los mercados eléctricos ha empujado a las empresas con centrales nucleares a disminuir las inversiones en seguridad.
Por otro lado, los desastres naturales y los impactos del cambio climático, tales como inundaciones, sequías extremas o aumento del nivel del mar incrementan seriamente el riesgo nuclear. Finalmente, los reactores nucleares corren el riesgo de sufrir un posible acto terrorista. Ante todos estos problemas, su cierre es la única solución aceptable.
ACCIDENTES:
El desastre nuclear de Fukushima (marzo de 2011) ha demostrado que la teoría de la industria nuclear sobre su seguridad es falsa. Debido a las emisiones de material radiactivo, grandes áreas de terreno han quedado inhabitables y 150.000 personas han tenido que abandonar sus casas. Ha supuesto la mayor emisión de material radiactivo al mar de la historia. El coste económico del accidente nuclear se estima en casi 500.000 millones de euros del que, en su mayoría, se ocupará el Gobierno japonés.
El accidente de Chernóbil (abril de 1986) ocasionó una fuga de radiactividad a gran escala. Contaminó enormes extensiones de terreno en toda Ucrania, Bielorrusia y Rusia. También afectó a amplias áreas de Europa y Asia. En 2011 un estudio llevado a cabo por Greenpeace mostró que los alimentos básicos cultivados en algunas zonas de Ucrania siguen contaminados 25 años después del accidente. La Academia de Ciencias rusa estima que solo en Bielorrusia, Rusia y Ucrania el accidente ha causado 200.000 muertes entre 1990 y 2004. Aún hoy miles de personas padecen enfermedades relacionadas con la radiación y los niños que viven en zonas contaminadas están afectados por graves problemas de salud.
En España, en caso de accidente, la industria nuclear solo está obligada a responder por los daños causados hasta un máximo de 1.200 millones de euros. Esta es una cantidad claramente insuficiente a la vista de la experiencia. Greenpeace demanda al Gobierno que la responsabilidad civil nuclear sea ilimitada para que sean las empresas propietarias las que paguen los costes de los accidentes.
RESIDUOS:
Las centrales nucleares producen residuos durante su funcionamiento. De forma irresponsable, la industria nuclear continúa produciéndolos sin haber encontrado ninguna solución satisfactoria para su gestión. Los residuos nucleares se mantienen radiactivos durante cientos de miles de años durante los cuales hay que almacenarlos y gestionarlos adecuadamente.
Hasta los años 80 muchos países arrojaban los residuos al mar. Esta práctica fue prohibida, en parte gracias a la campaña de denuncia realizada por organizaciones ecologistas como Greenpeace.
De todos los métodos que existen actualmente, el menos peligroso que Greenpeace considera aceptable como solución temporal para gestionar los residuos nucleares de las centrales españolas es la construcción de almacenes temporales individualizados (ATI) en seco (sin necesidad de usar un refrigerante líquido) y construidos junto al lugar en que los residuos nucleares se generan: las centrales nucleares.
No hay ninguna necesidad ni urgencia para construir un cementerio nuclear. La industria nuclear está impulsando este proyecto para deshacerse de los residuos que ha producido sin tener una solución para ellos. Construyendo el ATC los residuos serán gestionados por la empresa de capital público ENRESA.
NUCLEAR VS RENOVABLES:
Estas grandes empresas eléctricas son propietarias de unas centrales nucleares de sobra amortizadas y reciben subvenciones a la quema del carbón. También apostaron equivocadamente por la construcción desaforada de centrales térmicas de gas, en lugar de tener la visión y la responsabilidad social para sustituir sus viejas y peligrosas instalaciones por energías renovables. Esas grandes empresas están frenando el cambio hacia un sistema energético sostenible.
Las renovables ya nos están permitiendo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la dependencia energética del exterior y la importación de combustibles fósiles. Además, han ayudado a crear muchos puestos de trabajo y a consolidar un sector empresarial especializado en energías renovables con un gran potencial para generar empleo en los próximos años.
MISIÓN COFRENTES:
La Justicia ha
demostrado que los 17 de Cofrentes son pacíficos.
De 3 años de cárcel y 360.000 euros de multa que se pedía a 16 activistas y un fotoperiodista independiente por una pintada de "PELIGRO NUCLEAR" en la central de Cofrentes (Valencia), queda un único delito recogido en la sentencia para los 16 activistas: rotura de la valla de la central y otros daños menores por un importe de 19.500 euros.
Defender el medio ambiente es nuestro derecho y deber (art. 45 de la Constitución). 30 años de activismo pacífico en España y más de 40 en todo el mundo nos avalan.
De 3 años de cárcel y 360.000 euros de multa que se pedía a 16 activistas y un fotoperiodista independiente por una pintada de "PELIGRO NUCLEAR" en la central de Cofrentes (Valencia), queda un único delito recogido en la sentencia para los 16 activistas: rotura de la valla de la central y otros daños menores por un importe de 19.500 euros.
Defender el medio ambiente es nuestro derecho y deber (art. 45 de la Constitución). 30 años de activismo pacífico en España y más de 40 en todo el mundo nos avalan.
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